Existen dos tipos de instalaciones solares para producción de agua caliente sanitaria (ACS):
Circulación por termosifón
Las instalaciones por termosifón se caracterizan por incorporar un equipo compacto compuesto por uno o dos colectores solares y un deposito solar que oscila de los 150 a 300 litros, instalado sobre estos.
Su funcionamiento se produce de forma natural por el principio térmico y debido al calentamiento del agua sin necesidad de bombas auxiliares ni centralitas.
Circulación forzada
Las instalaciones de circulación forzada son las que presentan mayor rendimiento del sistema, además de presentar mejor carácter estético por incorporar el deposito solar en el interior de la vivienda. La circulación forzada a través del circuito y centralita ofrece un rendimiento superior al del sistema termosifónico por que el fluido anticongelante circula de una forma más rápida que el agua.